lunes, 28 de noviembre de 2011

920

Fingí perder las llaves del reino de la realidad en una bolsa fabricada por mi falta de cordura , por motivos que ni la más remota de las esquina de mi conciencia podría conocer. Esperar ver el alba entrando por tu ventana para iluminar ¿qué? que no se pueden perder las llaves de la realidad. Cruzando por la puerta de tu escondite ese empaque irreal no tuvo más salida que estrellarse contra mi cara para explicarme que ''Here we go again'' estás soñado con lo mismo. Con quién. No existe. Despertar de un coma profundo, sin inmunidad, ya no nadamos, escalo por la más alta montaña. Por un riesgo que tomé y ahora por falta de tiempo las manecillas del reloj lo consumen, que más da. Quinze Jours.

Encontrarle.

Nunca pensé encontrarle y tal vez por la falta de palabras que atrapan como cadenas, descartaba la posibilidad de atarme en otra manera. Sólo con poder mirarle puedo entender la más grande lección, no necesito palabras y promesas que momentáneamente nos encarcelarán, son esposas del tiempo. Es importante descubrir que le encontré porque me encontró sin poder decirle quién era yo. Sin contarle que tanto creía era yo, sólo me encontró y ''you brought me to life''. Le podré tal vez contar algún día la magia que le adorna, le podré contar tal vez a cerca de su encanto y sin condenarlo a una promesa temporal todo lo que usted me ha permitido encontrar.

10/20/11